«If the doors of perception were cleansed
Every thing would appear to man
as it is, Infinite»
William Blake
Es la una de la tarde.
Paseo por el malecón esquivando los controles.
Conozco los rincones de Lima:
Los rostros de los espejos,
El refugio del cangrejo
Las Durantas en flor,
las calandrias ajetreadas para atrapar gusanillos con sus largos picos,
Los tordos negros buscando el cielo para cantar al universo.
Las campanas moradas de las ipomoeas colgadas de los acantilados.
Las grafías de diminutos insectos
Las mariposas monarca livando en las asclepias.
Vago cada vez más despacio,
Me detengo
Escucho el canto del viento que
lee la partitura de las palmeras.
El intenso verde del césped y las plantas me penetra y relaja.
Las flores se pintan en mí al igual que en el manto verde.
La niebla marina me rodea y protege
Poco a poco me vuelvo verde, transparente,
Las olas marcan el ritmo de mis pasos.
Mi camisa ya es cielo,
Mis ojos se funden en las nubes.
Hileras de cientos de cormoranes
cruzan el Océano de Sur a Norte,
pasan por mi pecho antes de perderse en el mar .
Soy mariposa,
diminuta flor,
Cangrejo esquivo
Árbol siempre verde,
Ola marina,
cormoran de amplias alas
Canto de las olas
Viento en las palmeras.
Me he vuelto invisible
Soy todo y todo vive dentro de mi
En este instante eterno
En que el infinito me penetra y protege.
Manuel
Lima 25 de Marzo de 2020