Asclepias curassavica. Planta de la familia de las Asclepidáceas. se conoce como algodoncillo o venenillo
Asclepias curassavica inflorescencia

Asclepias curasavica

La asclepia, conocida también como algodoncillo es una planta perteneciente a la familia de las Asclepidáceas (Asclepidaceae). Es un subarbusto de poco más de un metro de altura.

El tallo es delgado y largo con hojas opuestas, de forma lacerada y terminadas en punta. La inflorescencia se encuentra en la cima de la planta y está compuesta por piezas en umbela.

La flor tiene una compleja estructura compuesta de sépalos pequeños ocultos por los cinco pétalos recurrentes de color púrpura o anaranjado. En la cima de la corola, sostenida por un cuello, se encuentra la  estructura sexual de la planta: diez estambres en parejas de dos rodean los estilos femeninos. Cada pareja de estambres está protegido por un escudo a modo de pequeño pétalo reatado en un cuerno. En el centro y cima de la flor está la parte femenina con sus estilos.

El fruto es una cápsula alargada que se abre en dos valvas para liberar las semillas

las semillas tienen forma de coma y miden apenas un par de milímetros; están provistas de plumas (milanos) que le permiten viajar con el viento,

Semillas emplumadas de Asclepias curassavica, Planta de la familia Asclepidaceae.
semillas empumadas

Polinización.

La corola del algodoncillo recuerda a las orquídeas por su estrategia sofisticada de polinización; para fijar los políneos en las patas de los insectos, los escudos forman una trampa que atrapa a los insectos por las patas. El forcejeo y movimiento de abejas, meliponas o mariposas garantiza que los saco políneos quedan fijados antes del vuelo. He visto a las mariposas del género Heliconius quedar atrapadas en la flor sin poder soltarse; sin embargo, tal es el atractivo del néctar de las asclepias que vuelven a visitar una y otra vez las flores, excelentes nectaríferas de mariposas e insectos melíferos.

Mariposa del género Heliconius sobre una flor de algodoncillo o Asclepias curassavica
Mariposa Heliconius sara en inflorescencia

Propiedades curativas.

Las asclepias son conocidas por sus  múltiples propiedades curativas. Tradicionalmente, aplicada fresca o en cataplasmas, se utiliza  como contraveneno para la mordedura de las serpientes en especial crótalos. Es efectiva contra la picadura de alacranes y otros insectos ponzoñosos.

La decocción de la planta se usa contra la disentería o para afecciones pulmonares. La planta, contiene un látex que se utiliza para eliminar verrugas. Bebida en determinadas dosis es vermífuga.

La decocción de la planta, es purgante y abortiva; tiene propiedades antitumorales y es efectiva contra ciertos virus difíciles como el de la polio y herpes.

La sanidad pública de países latinoamericanos utiliza extractos de esta especie y la Aslcepias mellodora como contraveneno de la mordedura de serpientes del género Brothops, crótalos de gran tamaño muy comunes en Centroamérica Venezuela y Argentina.

Mariposa Monarca sobre una flor de algodoncillo o Asclepias curassavica
Mariposa monarca en A. curassavica, Lima

La planta es tóxica para los humanos en determinadas dosis. Está documentada la toxicidad para el ganado en especial las ovejas que pastan campos donde abundan las asclepias silvestres.

Otros usos

La versatilidad de las asclepias se muestra en la diversidad de sus usos. Del tallo se obtienen fibra para cuerdas. Las plumas de las semillas sirven para hacer almohadas muy suaves. Estas plumas se han utilizado como aislante con propiedades y usos similares a las plumas de ganso (duvet).