Tillandsias

Hace mucho tiempo, sigo los pasos de estas curiosas Bromeliáceas: las Tillandsia, me las encuentro en las regiones tropicales, desiertos o regiones templadas de América. Las hay grises, verdes o de tonos azules o rojizos.  Algunas muy pequeñas o de buen tamaño y otras hechas un ovillo desgreñado. Viven asidas a un árbol, a una humilde ramita e incluso agarradas a los cables de la luz como si no hubieran encontrado otro lugar donde caer después de un salto acrobático por los aires.

Tillandsias en cables y trabajadores colgados de cuerdas

Yo que soy un incansable viajero me gustaría ser como ellas: ir de rama en rama sin mochila ni bártulos ni dinero con esa impecable «economía de medios» y volar y volar como lo hacen ellas.
Un día me encaramé para oler la hermosa flor roja de una Tillandsia asida a una palmera. Al cerrar los ojos para sentir su aroma, me habló de esta manera:

«Vivo del aire, esperando una arenita, el polvo del camino o una tenue plumita de colibrí, llena de polen y aromas de las flores. A veces, entre lluvia y lluvia, me conformo con un poco de rocío o con  la humedad que emana el sudor de las adolescentes que bailan allá abajo; eso es suficiente para nutrir mis delgadas ojitas y alegrar mi vida.
Mis flores nadie las huele porque son inalcanzables y chiquitas pero hoy, tú – loco enamorado – te acercas a mí, pues te cuento mis secretos… Espera y me acicalo para salir guapa en la foto»

Click, click

Flor de Tillandsia sobre un tejado.

Cuando escribí estas reflexiones no conocía la más grande de las tillandsias, la Tillandsia australis. las veía siempre delgaditas como yo y me identificaba con ellas, cuando en Amboró, Bolivia, conocí esta gran Tillandsia me sorprendió con su enorme inflorescencia que fácilmente pesaba lo que yo peso. De todos modos puedo identificarme con ella por sus hábitos de vivir colgada sobre las rocas.

La primera vez que vi la Tillandsia australis fue sobre rocas a gran altura y tuve que mirarlas con prismáticos. Alguna de ellas debió desprenderse y me apareció en el borde de un camino en todo su esplendor floral.

Luego supe que en su particular modo de supervivencia, es capaz de acumular hasta 20 litros de agua entre los huecos de las hojas.

Tillandsia australis, hojas